viernes, 17 de abril de 2015

Entrevista VIII



  

MUJER EN LA CALLE, FUNCIONARIA EN PRISIÓN

       María Dolores Cid Fernández, nació el 1 de septiembre de 1973 en Vilar de Barrio, un pequeño pueblo de la provincia de Ourense.

       Empezó a estudiar Filología Inglesa en la Universidad de Vigo. A los dos años lo dejó y se preparó las oposiciones de Ayudante de Instituciones Penitenciarias. Ha trabajado en varias prisiones (C.P. de Brieva, en Ávila, C. P. de Villabona en Asturias y C.P. de Alcalá de Guadaíra). Actualmente tiene su plaza en el Centro Penitenciario Sevilla 1.

-          ¿En qué consiste tu trabajo?

       Mi trabajo consiste en organizar y supervisar el reparto de los productos de limpieza y vestuario de la prisión, con la ayuda de tres o cuatro internos de confianza (presos que muestran buen comportamiento.

-          ¿Cuántas horas trabajas?

       Trabajo siete horas y media al día, de lunes a viernes. Treinta y siete horas a la semana.

-          ¿Cuándo empiezas tu jornada? ¿Cuándo la terminas?

       Empiezo a las 7:45 y salgo a las 15:15.

-          ¿Te gusta tu profesión?

       La verdad es que creo que hay profesiones mejores y si volviera a ser joven habría estudiado más para trabajar en otra cosa.

-          ¿Tuviste alguna dificultad por ser mujer?

       Yo personalmente no. Aunque la mayoría de funcionarios e internos son hombres, yo no he tenido ningún problema por el hecho de ser mujer. Aunque compañeras mías si los han tenido.

-          ¿Cambió algo tu vida personal tras comenzar este trabajo?

       Mi vida personal cambió mucho. Primero porque me tuve que ir a vivir a otra ciudad. También por el turno de trabajo que tenía entonces. Trabajaba cuatro días y descansaba otros cuatro, con turnos de noche, lo que dificultaba compaginar la vida laboral y personal.

-          ¿Trabajan muchas mujeres en tu oficio?

       Hay aproximadamente un 75% de hombres y un 25% de mujeres.

-          ¿Crees que este trabajo es más apto para hombres que para mujeres?

       En determinadas áreas (por ejemplo en interior y sobre todo en servicios concretos como el módulo de aislamiento), es más apto para los hombres porque se necesita más fuerza física, (en situaciones problemáticas). En área mixta, que es una mezcla de trabajo de oficina y trabajo con internos, y en el área de oficinas, es indiferente si eres hombre o mujer.

-          ¿Tiene algún tipo de dificultad añadida que las mujeres participen en esta profesión?

       En el área de interior hay funcionarios que piensan que una funcionaria estorba en determinadas situaciones. Si se presenta una pelea entre internos, o alguna situación conflictiva, a la funcionaria la dejan en la oficina y entran los funcionarios al módulo a resolver el problema, por lo que muchas veces prefieren que no haya funcionarias  de servicio.

-          ¿Existe algún tipo de acoso o agresión a las mujeres en este trabajo?

       En alguna ocasión  si se ha dado algún caso de acoso por parte de un interno hacia una funcionaria. Las agresiones son más raras. También se han dado casos de acoso de funcionarios a funcionarias, aunque no es lo habitual.

-          ¿Por qué llegaste a ejercer esta profesión?

       Cuando dejé la Universidad buscaba un trabajo estable y, dentro de lo que cabe, bien remunerado. Pregunté en una academia que preparaba oposiciones y me hablaron de las oposiciones a prisiones. Me dijeron que la convocatoria saldría pronto y que era no era de las más difíciles de aprobar, ya que no se presentaba mucha gente.  Empecé a prepararlas en octubre de 1994 y el 7 de mayo de 1996 empecé a trabajar en la prisión de Ávila como funcionaria en prácticas.



-          ¿Qué tiene de gratificante?

       Lo único que yo le encuentro de gratificante es el sueldo, el horario y algunos compañeros, algunos de los cuales se han convertido en mis amigos y casi familia.



-          ¿Qué es lo más duro?

       Lo más duro es el tipo de gente con la que tenemos que convivir a diario. Me refiero a los presos. Allí está lo peor de la sociedad: asesinos, ladrones, violadores, estafadores, traficantes…todos juntos y tratando de engañarte a todas horas…Eso te afecta y hace que al final te vuelvas desconfiado.

-          ¿Qué consejo darías a los que quieren ejercer esta profesión?

       Primeros les diría que intenten buscar otra profesión más gratificante. Y si siguen queriendo trabajar en esto, les diría que intenten hacerlo lo mejor posible. Y, sobre todo, que intenten que les afecte lo menos posible a su vida personal.



       María Dolores es un ejemplo de que las mujeres pueden realizar trabajos duros con la misma eficacia y capacidad que un hombre. En algunas ocasiones además, la particular forma de ser de las mujeres (ternura, paciencia, comprensión...) hace que en este tipo de trabajos se resuelvan los conflictos de una forma más adecuada que con la utilización de la fuerza física.


LUCÍA PEREZ, PABLO FONTELA, MIGUEL HERNÁNDEZ 1º B

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